Vamos a ver cómo se puede hacer un café vietnamita de la manera más adecuada y conseguir que se convierta en un placer para el paladar, el olfato y el resto de órganos sensitivos.
Este café se ha de hacer utilizando un café de origen Vietnam, que es la mejor manera de disfrutar de manera completa el buen café vietnamita.
Veamos cómo hacer un buen café vietnamita en cinco pasos:
Preparar todos los elementos para elaborar el café
Primero hay que preparar todos los elementos que van a hacer falta para elaborar un buen café vietnamita. Los ingredientes para una taza son:
Leche condensada.
Café vietnamita.
Agua hirviendo.
Cafetera vietnamita o filtro Phin cà phê.
La base del café vietnamita
Lo primero que se debe hacer es verter la leche condensada en el vaso. Se puede poner la leche condensada que se quiera. Hay quien disfruta más de su sabor y prefiere poner una buena cantidad.
Otros prefieren que ese sabor sea más suave y ponen menos cantidad. En Vietnam suelen ser generosos con este ingrediente y prefieren añadir una buena cantidad.
La cafetera debe calentarse antes de comenzar el proceso de infusión. Eso va a favorecer el infusionado. Para conseguirlo, hay que poner agua caliente en el recipiente y dejar que gotee. Cuando ha caído toda, es el momento de pasar al siguiente punto.
El café
El café se ha de añadir en el recipiente de la cafetera. Para una taza hay que poner dos o tres cucharaditas de café.
Se ha de prensar, aunque la cafetera tiene un émbolo que ayuda a mantener el café bien presionado para que infusione de manera correcta.
El agua
Primero se ha de verter sobre el émbolo una cantidad de unos 20 o 30 ml de agua hirviendo. Hay que esperar unos 30 segundos.
Este primer agua permite que el café se expanda y la infusión sea mejor.
Una vez ha pasado ese tiempo, se ha de verter el resto del agua, la necesaria para una taza de café. Se ha de verter poco a poco.
Así, va mezclándose con el café y una vez lo ha traspasado, comenzará a gotear sobre el vaso, dando lugar a un café sabroso y agradable.
Es el momento de poner la tapa, que retendrá el calor del agua y ayudará a que la infusión sea más intensa.
La espera
En cualquier tipo de café, es importante que el tiempo sea el adecuado para que la infusión sea la correcta.
En el caso del café vietnamita, hay que dejar que el agua se abra camino en el café y que gotee de manera correcta. No hay prisas.
El café va a ir cayendo gota a gota, siguiendo su camino y el resultado será un café que va a despertar los sentidos y hacer que se disfrute de cada sorbo de la taza.
El café vietnamita es uno de los grandes placeres que puede disfrutar cualquier sibarita del café, así que vale la pena comenzar a probar este tipo de infusión, muy diferente a lo que estamos acostumbrados.
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