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¿El café ayuda a adelgazar?
Muchas personas se enfrentan cada día al dilema sobre si deben ponerse a dieta para adelgazar. No es solo una cuestión estética, sino que también es algo que afecta a la salud y que puede repercutir en un mejor estado físico y en un bienestar más elevado. Hay infinidad de dietas muy populares. Algunas de ellas se basan en el consumo regular de algún alimento o bebida en particular –como la piña, la alcachofa o incluso las bebidas preparadas a base de café molido o en grano–.
Aunque muchas de ellas en realidad no sirven de mucho. Las que de verdad funcionan y valen la pena, hay que recibirlas de médicos, dietistas y nutricionistas, después de haberse sometido a pruebas y de haber comprobado qué tipo de dieta funciona según nuestras necesidades específicas.
Pero hay algo que hemos escuchado muchas veces y quizá no estemos seguros de que sea verdad. ¿El café ayuda a adelgazar? Vamos a intentar aclarar este punto y quizá te despejemos una duda que puede hacer que pierdas peso de manera controlada y sin riesgo para tu salud.
¿El café ayuda a adelgazar?
El café es una de las bebidas más consumidas del mundo. Quizá sea la que más disfrutamos después del agua. Es el motor del día, el puntito que nos da impulso a media mañana, el acento sobre la comida, el tentempié de media tarde y el punto final de la cena. Lo preparamos utilizando café en grano, que molemos en nuestra casa; en forma de café molido, más práctico y sencillo de preparar o incluso café soluble, que no requiere de cafetera para estar listo.
Le añadimos crema, leche, azúcar, edulcorantes e incluso helado. Hay mil formas de tomar café, pero solo una que ayuda a perder peso.
El café es una bebida con muy pocas calorías. Una taza de café tan solo tiene alrededor de dos kilocalorías, un aporte energético que apenas se nota. Entonces, ¿es aconsejable tomar café como complemento de una dieta de adelgazamiento?
Ante una bebida con tan poco aporte energético, podemos pensar que tomar bastante café puede tener un efecto saciante. Es decir, evita que tengamos hambre y comamos otros alimentos que sí tienen un aporte calórico superior y que podrían provocar un aumento de nuestro peso.
El sabor del café, si es de calidad y agradable, hace que bebamos con placer y nos sacie. El aporte calórico, como hemos visto, es minúsculo. Pero hay que tener cuidado con varios aspectos del café.
Hay que tener en cuenta que el café, por sí solo, no aporta calorías vacías. Pero solemos tomarlo con distintos complementos. Si se añade azúcar ya se está modificando el aporte energético de esa taza de café.
Otros añadidos, como la crema o la leche, provocan que se incrementen las calorías ingeridas. El total de calorías puede llegar hasta las 159 kilocalorías por una taza con café y azúcar, por lo que se debería tener cuidado y consumirlo con moderación, o incluso evitarlo por completo si estamos siguiendo una dieta muy estricta. Hay que saber determinar si se pueden tomar cualquiera de estos complementos para el café en función de la cantidad diaria de calorías que queremos consumir para facilitar la pérdida de peso corporal.
En cualquier caso, si pensamos en tomar algo refrescante o simplemente una bebida que sacie la sed, tomar un café nos garantiza una menor ingesta de calorías, azúcares y otros elementos que sí se encuentran en cantidades mucho más elevadas en otras bebidas alternativas como los zumos o los refrescos.
La cafeína, ¿Aliada o enemiga?
Uno de los elementos que están presentes en el café es la cafeína. Está presente en el café en mucha más cantidad que en otras bebidas, como el té o incluso los refrescos. ¿Es saludable la cafeína?
Como todos los elementos que consumimos a diario, lo que importa realmente es la dosis que se ingiere.
Una taza de café de 240 ml contiene 96 miligramos de cafeína, así que es una cantidad bastante elevada. Es cierto que la cafeína estimula el cuerpo y el cerebro y ayuda a mantenerlos activos y despiertos. Además, hay muchos estudios que aseguran que la cafeína activa el metabolismo y que de esa manera ayuda a que se consuma más energía y, por lo tanto, se facilite la pérdida de peso.
Esto permite suponer que con el consumo de cafeína el cuerpo está más activo y consume más energía, ayudando estas condiciones a adelgazar. Pero hay que tener cuidado, porque la cantidad de cafeína que se ingiere puede afectar negativamente a la salud del consumidor.
Hay un estudio que establece que con el consumo de 10 miligramos de cafeína por kilogramo de peso permite que el metabolismo se acelere un 13%. El principal inconveniente sería que, para alcanzar esta cantidad, un consumidor que pesara 69 kg tendría que tomar 1,6 litros de café. Una cantidad muy por encima de lo recomendable para mantener un estilo de vida saludable.
Así que es aconsejable tomar café para calmar el apetito, teniendo en cuenta que cualquier añadido al café hace que el aporte calórico aumente y que se pierda parte de estas ventajas del café para ayudar en las dietas de adelgazamiento.
La ingesta de café para ayudarnos a perder peso ha de ser moderada y adecuarse a un consumo controlado y que no sea excesivo. Siempre, mejor solo y sin azúcar. O, al menos, con poca cantidad o con edulcorantes alternativos, para controlar el aporte energético.
Por supuesto, antes de comenzar cualquier dieta de adelgazamiento hay que consultar con un médico y seguir las pautas que indique para nuestro caso particular.
En cuanto al café, hay que elegir siempre el café en grano, el café molido o el café soluble de mayor calidad, para evitar que incorpore otros ingredientes que puedan enmascarar el sabor o añadir calorías que puedan interferir con las pautas de la dieta.
Te invitamos a que descubras el tipo de café que prefieres en nuestro catálogo, donde te ofrecemos una gran selección de variedades, en distintos formatos y con características diferenciadas. Un placer para beber en cualquier momento del día y ayudar a sustituir a otras bebidas como los refrescos o el alcohol.
Una gran opción para disfrutar de una bebida muy común –pero que no por eso deja de ser excepcional– y convertir cada momento en un placer para disfrutar.
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