Costa Rica es un pequeño país centroamericano, de grandes playas y bellas montañas, donde se cultiva café desde hace 200 años. Esto permite conocer el proceso del café desde la semilla hasta la taza.
La especie principal que se cultiva es la Arábica de las variedades Caturra y Catuaí, que producen unos granos de muy buena calidad y unas notas organolépticas excelentes gracias a su crecimiento en suelo volcánico.
El país centroamericano tiene 8 zonas productoras de café y, debido a su clima, produce una gran diversidad de gustos y sabores con su especialidad en cada zona. En el Valle Central se caracteriza el grano por su sabor a chocolate y acidez fina. El café de Tres Ríos es el más balanceado, una variante dulce, con buena proporción de cuerpo, intensidad y acidez. La lluviosa Turriaba hace que los cafetos florezcan diez veces al año. El grano cafetero tiene acidez normal con una bebida de cuerpo ligero. Brunca tiene dos cantones muy productivos como Coto Brus y Pérez Zeledón, con un café con notas de caramelo.
La región baja de Guanacaste puede producir en algunos lugares altos un café con cuerpo suave, acidez baja y notas a frutos secos. En Tarrazú crece el café a mayor altura, con un café con mayor acidez, muy aromático, intenso, definido. Las laderas del valle de Orosí están plantadas con café de notas florales, amargas y buenas para el espresso. El Valle Occidental produce un café gourmet aromático y con notas florales
Se recomienda pedir en los establecimientos del país el café preparado con un “chorreador”, un soporte de madera con un orificio redondo en la parte superior que contiene un filtro de tela donde se deposita el café para hacer el filtrado. Esta es la forma más tradicional de preparar una taza de café. Podrás explorar las plantaciones de café escénicos, sentir el aroma celestial de los granos mientras se asan, y tener un montón de oportunidades para degustar el producto final.
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