El café es una bebida que se toma por la mañana. Al menos, así lo hace un gran porcentaje de la población. La razón es que, al tener cafeína, puede contribuir a que nos despertemos y nos aporta la energía necesaria para encarar el día, dejando de lado el sueño.
Sin embargo, si te sienta mal el café, esta puede ser una de las causas. Cuando se toma por la mañana, lo más común es que aún no hayas comido nada. En este sentido, tomar café con el estómago vacío puede no ser una gran idea.
Desayuna antes de tomar esta bebida
El motivo es que la sustancia que aporta al café ese sabor amargo tan característico consigue disparar la producción de ácidos en el estómago. Esto puede desembocar en problemas digestivos de diversos tipos. Por ejemplo, indigestión, náuseas, ardor o reflujo, entre otros.
Es necesario tener esto presente para estar siempre alerta. En el caso de seguir tomándolo, los problemas se pueden agravar hasta provocar úlceras o la aparición del síndrome del intestino irritable.
Como solución, lo mejor es tomar algo sólido antes del café para proteger el revestimiento del estómago. Además, si en tu desayuno incluyes alimentos como el yogur, esto te ayudará a proteger aún más la flora intestinal.
Aumenta el consumo de agua
Por otra parte, otro de los efectos que puedes llegar a notar cuando tomas de forma habitual café en ayunas es que tu ritmo cardíaco empieza a ser irregular. Esto se debe, ni más ni menos, a la deshidratación.
Debes saber que consumir café recién levantado puede contribuir a la deshidratación, afectando a tu pulso, así como a la presión arterial. Esto se puede solucionar aumentando la ingesta de agua por las mañanas.
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